¡Alerta! Prohíben el agua en Buenos Aires por niveles tóxicos

El Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) ha emitido una alerta preocupante: se prohíbe el consumo de agua en diez municipios de la provincia de Buenos Aires. La medida drástica responde a la actualización de su "Mapa de Arsénico", que reveló niveles alarmantes de esta sustancia tóxica en el agua potable.

¿Dónde está el problema?

El mapa interactivo del ITBA permite visualizar la calidad del agua en distintas regiones del país. La reciente actualización muestra una situación crítica en varios municipios bonaerenses, donde la concentración de arsénico supera los límites permitidos por las normativas de salud. Esto implica un riesgo directo para la salud de la población que consume esta agua.

Millones en riesgo

Según estimaciones, más de cuatro millones de argentinos podrían estar expuestos a niveles peligrosos de arsénico en el agua. La exposición prolongada a este elemento puede causar graves problemas de salud, incluyendo enfermedades de la piel, problemas cardiovasculares y diversos tipos de cáncer.

¿Qué hacer?

Ante esta situación, el ITBA recomienda enfáticamente no beber ni utilizar el agua de red para cocinar en las zonas afectadas. Se sugiere recurrir a fuentes alternativas de agua potable, como agua embotellada, o implementar sistemas de filtrado adecuados para eliminar el arsénico. Es fundamental que las autoridades tomen medidas urgentes para garantizar el acceso a agua segura para todos los habitantes.

Municipios afectados (requiere confirmación con la fuente original para listar los 10 municipios)

Si bien el artículo original no especifica los diez municipios afectados, es crucial que la población se informe a través de los canales oficiales y el mapa del ITBA para determinar si su localidad se encuentra dentro de la zona de riesgo.

  • Consultar el mapa de arsénico del ITBA.
  • Comunicarse con las autoridades locales para obtener información actualizada.
  • Utilizar agua embotellada o sistemas de filtrado certificados.

La situación exige una respuesta rápida y coordinada para proteger la salud de la población y garantizar el acceso a un recurso vital como el agua potable.

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