La preocupante situación de los feminicidios en Brasil ha vuelto a encender las alarmas. Recientemente, la diputada distrital Jane Klebia, presidenta de la Comisión de Defensa de los Derechos de la Mujer de la Cámara Legislativa, ofreció una perspectiva crítica y multifacética sobre este problema en una entrevista.
La Cruda Realidad de Contar Mujeres Muertas
"No podemos seguir contando mujeres muertas", declaró Klebia, enfatizando la urgencia de abordar las causas profundas de la violencia de género. La diputada lamentó la frecuencia con la que la sociedad brasileña se ve sorprendida por nuevos casos de feminicidio, una sorpresa que, en su opinión, no debería existir.
Un Problema Multifactorial y la Cultura Machista
Klébia describió la violencia doméstica como un fenómeno complejo y "cuadrado", difícil de encasillar en situaciones específicas. Sin embargo, señaló que existen patrones comunes en los agresores, como la posesividad y los celos exacerbados, arraigados en una cultura machista profundamente arraigada en la sociedad brasileña.
"Hemos creado una pirámide en la que el hombre está en la cima, con sus reglas y su mando", explicó. "La mujer nace para ser tutelada, primero por el padre, luego por el hermano, y finalmente por el compañero. Incluso hoy, en pleno 2025, las mujeres siguen siendo tuteladas."
El Ciclo de la Violencia y la Importancia de la Independencia
La diputada destacó que la búsqueda de independencia por parte de la mujer a menudo desencadena la agresión. Cuando la mujer decide romper con este ciclo, el agresor se niega a dejarla ir, lo que trágicamente puede conducir a la muerte.
Na Hora Mulher: Una Iniciativa Vital
Klébia resaltó la importancia de iniciativas como "Na Hora Mulher", una ley que ella misma propuso y considera una gran victoria. Aunque no se detalla en el extracto la naturaleza exacta de esta iniciativa, su mención subraya la necesidad de políticas públicas efectivas para proteger a las mujeres y prevenir la violencia de género en Brasil.
La lucha contra el feminicidio en Brasil requiere un enfoque integral que aborde tanto los síntomas como las causas subyacentes de la violencia de género, promoviendo la igualdad y el respeto en todos los ámbitos de la sociedad.