En una elección provincial marcada por la alta participación y algunas sorpresas, el ex policía Ramón Amarilla, actualmente preso por sedición, logró obtener una banca en la Legislatura de Misiones. Este resultado sin precedentes ha generado un intenso debate político y legal en la provincia.
Resultados Inesperados
Con un 55,42% de participación en las urnas, el Frente Renovador de la Concordia se alzó con la victoria, liderado por Sebastián Macías, obteniendo el 28,69% de los votos. En segundo lugar, se ubicó La Libertad Avanza, con Diego Hartfield a la cabeza (21,88%). Sin embargo, la gran sorpresa fue la performance de Ramón Amarilla, candidato de “Por la Vida y los Valores”, quien, a pesar de estar en prisión preventiva desde septiembre por su participación en las protestas policiales de 2024, consiguió un 18,98% de los votos, asegurándose una banca en la Legislatura.
Campaña Desde la Cárcel
Amarilla, acusado de sedición y conspiración contra el gobierno provincial, realizó su campaña a través de videos difundidos en redes sociales desde la Unidad Penal VIII de Cerro Azul. Esta estrategia, aunque inusual, parece haber conectado con un sector del electorado, permitiéndole obtener un resultado electoral significativo. Incluso, se impuso en Cerro Azul, localidad donde se encuentra la prisión en la que está recluido.
Implicaciones Legales y Políticas
La situación de Amarilla plantea interrogantes legales y políticas. El Tribunal Electoral deberá determinar cómo se resolverá su situación, considerando su condición de detenido. Su postulación había sido impugnada por el fiscal electoral Flavio Marino Morchio, pero finalmente fue autorizada por el Tribunal Electoral de Misiones. La llegada de Amarilla a la Legislatura representa un desafío para la gobernabilidad y la estabilidad política de la provincia.
- El caso de Ramón Amarilla es único en la historia política de Misiones.
- Su elección genera debate sobre los derechos políticos de las personas privadas de libertad.
- El Tribunal Electoral deberá tomar una decisión sobre su situación.
Este acontecimiento sin duda marcará un antes y un después en la política misionera, abriendo un nuevo capítulo en la historia democrática de la provincia.