El aclamado actor y director Mel Gibson ha sorprendido al mundo al elegir un destino inusual para su retiro espiritual: el monasterio ortodoxo de Hilandar, en el Monte Athos, Grecia. Este enclave, un estado monástico autónomo con más de mil años de historia, se ha convertido en el refugio del actor mientras prepara su próxima película sobre la resurrección de Cristo.
¿Por qué el Monte Athos?
El Monte Athos, también conocido como la “Montaña Sagrada”, es un lugar único en el mundo. Situado en el extremo oriental de la península de Calcídica, se rige por sus propias leyes y está habitado exclusivamente por monjes ortodoxos. Su aislamiento ha permitido conservar una forma de vida medieval casi intacta, ofreciendo un ambiente de paz y reflexión que atrae a figuras públicas en busca de anonimato y consejo espiritual.
La revista ¡HOLA! informó que Gibson se ha integrado temporalmente a la vida monástica de Hilandar, buscando inspiración y anonimato en uno de los enclaves religiosos más inaccesibles del mundo. No es el único famoso que ha encontrado consuelo en este lugar, pero su presencia ha despertado gran interés.
El Regreso de Braveheart
Mientras Gibson busca inspiración en Grecia, una de sus obras más emblemáticas, Braveheart, vuelve a brillar. La épica película de acción histórica de 1995, en la que Gibson dirigió y protagonizó, está arrasando en las plataformas de streaming. Actualmente, se encuentra entre las películas más populares en Tubi, demostrando que su impacto cultural perdura a lo largo del tiempo.
Braveheart, que narra la historia del guerrero escocés William Wallace, fue un éxito de taquilla y crítica, recaudando $213 millones con un presupuesto de $72 millones. La película también fue galardonada con cinco premios Oscar, incluyendo Mejor Película y Mejor Director para Gibson.
Gibson y su Pasión por Cristo
Otro de los grandes éxitos de Mel Gibson como director es La Pasión de Cristo, una película que generó controversia pero también un enorme impacto en el público. La película, protagonizada por Jim Caviezel como Jesús, superó los $600 millones en taquilla, consolidando a Gibson como un director con una visión audaz y un talento innegable.
La búsqueda de Gibson en el Monte Athos, el resurgimiento de Braveheart y el legado de La Pasión de Cristo demuestran la complejidad y el magnetismo de una figura que sigue dando que hablar.