El gobierno de Nicolás Maduro ha intensificado su enfrentamiento con aerolíneas internacionales, revocando las concesiones de vuelo a seis compañías clave: Iberia, TAP, Turkish Airlines, Avianca, Latam Colombia y Gol. Esta drástica medida, que se hizo efectiva tras un ultimátum de 48 horas, deja al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, el principal de Venezuela, con una oferta de vuelos drásticamente reducida.
La decisión de Maduro se produce en un contexto de creciente tensión política y económica, con acusaciones de "acciones de terrorismo" promovidas por Estados Unidos contra las aerolíneas que suspendieron sus operaciones en el país. Según la vicepresidenta Delcy Rodríguez, la administración Trump busca aislar a Venezuela presionando a las aerolíneas para que no vuelen a Caracas.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que representa a más de 300 aerolíneas a nivel mundial, ha instado al régimen de Maduro a reconsiderar esta decisión. En un comunicado, la IATA enfatizó que las aerolíneas han priorizado la seguridad de pasajeros y tripulaciones, evitando operar en zonas de alto riesgo, y se mostró dispuesta a restablecer el servicio tan pronto como las condiciones lo permitan.
¿Qué significa esto para Venezuela?
La revocación de concesiones a estas aerolíneas tiene un impacto significativo en la conectividad de Venezuela con el resto del mundo. La reducción de vuelos dificulta los viajes internacionales, tanto para negocios como para turismo, y puede afectar el comercio y la inversión extranjera.
¿Qué sigue?
La situación sigue siendo incierta. Mientras el gobierno venezolano busca alternativas para mantener la conectividad aérea, la comunidad internacional observa con preocupación el impacto de estas medidas en la economía y la sociedad venezolana. Se espera que en los próximos días haya más pronunciamientos de organismos internacionales y reacciones de los países afectados.
Este incidente subraya la fragilidad de la situación política y económica en Venezuela y su impacto en sectores clave como el transporte aéreo. La pregunta ahora es si se podrá encontrar una solución que permita restablecer la conectividad y evitar un mayor aislamiento del país.