Lanús se enfrenta a la Universidad de Chile en la semifinal de la Copa Sudamericana, buscando emular el título obtenido en 2013. El partido de ida, que se jugará a puertas cerradas en Santiago debido a sanciones impuestas a la hinchada local, representa una gran oportunidad para el Granate de avanzar a una nueva final continental.
Un presente prometedor
El equipo dirigido por Mauricio Pellegrino llega en un gran momento, acumulando una racha invicta de ocho partidos entre el torneo local y la Copa Sudamericana. Esta es la segunda semifinal consecutiva para Lanús, que el año pasado quedó eliminado por Cruzeiro. Sin embargo, este año, el Granate demostró su capacidad al eliminar a Fluminense en cuartos de final, sacando un valioso empate en el Maracaná.
El camino a la semifinal
Lanús ha demostrado una gran solidez en la Copa Sudamericana, superando a rivales de peso y mostrando un juego atractivo y efectivo. La clave del éxito del equipo reside en la combinación de jugadores experimentados con jóvenes promesas surgidas de las inferiores del club.
Un rival con historia
La Universidad de Chile, al igual que Lanús, sabe lo que es levantar la Copa Sudamericana, habiéndolo logrado en 2011. Sin embargo, el equipo chileno llega a esta semifinal tras una polémica serie ante Independiente y con la sanción de jugar sin público, lo que podría ser una ventaja para el Granate.
Aránguiz, un viejo conocido
Un dato curioso une a Charles Aránguiz, figura de la Universidad de Chile, con Lanús. El mediocampista fue el autor del gol de la U en la llave de octavos de final de la Copa Sudamericana 2013, en la que Lanús eliminó al equipo chileno. Ahora, Aránguiz se vuelve a cruzar en el camino del Granate, buscando revancha.
¿Podrá Lanús repetir la hazaña?
El partido ante la Universidad de Chile representa un gran desafío para Lanús, pero también una oportunidad de seguir haciendo historia en el torneo internacional que más conoce. Con un presente prometedor y un equipo sólido, el Granate sueña con volver a levantar la Copa Sudamericana.