Feriado del 10 de Octubre: ¿Qué se celebra y por qué es importante?

El viernes 10 de octubre de 2025 fue feriado nacional en Argentina, correspondiendo al traslado del Día del Respeto a la Diversidad Cultural, originalmente conmemorado el 12 de octubre. Esta medida, oficializada por la Resolución 139/2025 de la Jefatura de Gabinete de Ministros, buscó generar un fin de semana largo para impulsar el turismo interno y la economía regional, según lo estipulado por la Ley 27.399 y el Decreto 614/2025.

¿Por qué se conmemora el Día del Respeto a la Diversidad Cultural?

Esta fecha invita a la reflexión sobre la importancia del diálogo intercultural, el respeto por las diferentes culturas y la promoción de la igualdad. Originalmente conocido como el “Día de la Raza”, el cambio de denominación busca superar la visión eurocéntrica y colonialista, reconociendo la riqueza y complejidad de la identidad argentina, marcada por la diversidad de pueblos originarios y migraciones.

Sin embargo, la reinstalación del “Día de la Raza” por parte del gobierno Milei no es una provocación aislada sino la expresión más cruda de un país construido sobre jerarquías raciales.

Implicancias para trabajadores y empleadores

Al ser un feriado nacional, el 10 de octubre implicó un descanso obligatorio para todos los trabajadores. Aquellos que debieron trabajar recibieron una remuneración doble, tal como lo establece la Ley de Contrato de Trabajo. Este tipo de feriados suelen ser beneficiosos para sectores como el turismo, la gastronomía y el transporte, que experimentan un aumento en la demanda y, por ende, en sus ingresos.

Más allá del feriado: Reflexiones sobre la diversidad

La conmemoración del Día del Respeto a la Diversidad Cultural invita a reflexionar sobre la construcción de una sociedad más inclusiva y equitativa. Implica reconocer y valorar las diferencias culturales, combatir la discriminación y promover el diálogo intercultural. Es un llamado a construir una Argentina donde todos y todas tengan las mismas oportunidades, independientemente de su origen o identidad cultural.

En este contexto, es crucial analizar críticamente las narrativas históricas y desmantelar las estructuras de poder que perpetúan la desigualdad y la discriminación. El desafío es construir un país donde la diversidad sea un valor fundamental y donde todas las voces sean escuchadas y respetadas.

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