Villarruel se Desmarca: Crisis Laboral y Reclamos a Milei

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación, se encuentra nuevamente en el centro de la escena política tras desmarcarse del gobierno de Javier Milei en relación a la creciente crisis laboral que afecta al país. Despidos y cierres de empresas han generado un clima de incertidumbre y malestar social.

Durante una visita a la Universidad del Salvador, Villarruel fue abordada por la hija de un trabajador despedido de la empresa de porcelanatos ILVA, la cual cerró su planta en Pilar, dejando a 300 personas sin empleo. Ante el reclamo de respuestas, la vicepresidenta se desligó de la situación, derivando la responsabilidad directamente a Javier Milei.

"Las explicaciones las tiene que dar el Poder Ejecutivo, que toma las decisiones. Yo interferiría en algo de lo cual no tengo la información suficiente", afirmó Villarruel, dejando en claro su postura frente a la problemática.

Días antes, Villarruel había visitado la empresa de neumáticos Fate, también afectada por la apertura de importaciones impulsada por el gobierno libertario. Esta visita se produjo en el marco del Día de la Industria Nacional.

"Escucho los reclamos de los trabajadores pero mi función es legislativa entonces tampoco puedo decidir sobre eso porque no depende de mí", expresó la vicepresidenta, evidenciando su incomodidad ante los planteos.

Además, Villarruel participó en una charla en la USAL titulada "La política como servicio al bien común desde la vivencia personal".

La moda de las fotos con perros en la política Argentina

Aprovechando la ausencia de Javier Milei, Villarruel también ha buscado mostrar una agenda propia, incluyendo una visita al Campus de Pilar de la Universidad del Salvador (USAL). Esta visita, junto con otras actividades, parece buscar reforzar su perfil institucional y acercarse al mundo académico, especialmente a los jóvenes.

Sin embargo, su reciente actividad ha recordado una tendencia en la política argentina: las fotos con perros. Mauricio Macri popularizó esta práctica con Balcarce, y Alberto Fernández con Dylan. Incluso Javier Milei ha mantenido viva la imagen de su perro Conan. Estas mascotas se han convertido en herramientas de comunicación política, transmitiendo cercanía y humanizando a los líderes.

En el caso de Villarruel, esta estrategia podría buscar suavizar su imagen, tradicionalmente asociada a un perfil más severo.

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