El Arzobispo Emérito Eusebius J. Beltrán, quien sirvió como Obispo de Tulsa y luego como Arzobispo de Oklahoma City, falleció a los 91 años. Su partida marca el fin de una vida dedicada al servicio religioso y a la comunidad.
Un Pastor en Oklahoma
Beltrán dejó una huella imborrable en Oklahoma. Primero, como Obispo de la Diócesis de Tulsa a fines de los años 70 y 80, y posteriormente como Arzobispo de Oklahoma City. Su liderazgo y dedicación fueron fundamentales para el desarrollo de la Iglesia en la región.
El Obispo de Tulsa & Eastern Oklahoma, David Konderla, expresó sus condolencias: "El Arzobispo Emérito Eusebius J. Beltran sirvió fielmente a la Iglesia en Oklahoma durante muchos años... Nos unimos a la Arquidiócesis de Oklahoma City en el duelo por su fallecimiento, pero también damos gracias por su vida de dedicación y servicio".
Su Trayectoria Inicial
Ordenado sacerdote para la Diócesis de Savannah-Atlanta en 1960, Beltrán desempeñó diversos roles y lideró varias parroquias en el área de Atlanta. Durante su tiempo en Georgia, participó activamente en el movimiento por los Derechos Civiles y asistió a las sesiones del Concilio Vaticano II junto al Arzobispo Paul Hallinan de Atlanta.
Nacido en Ashley, Pennsylvania, en 1934, Eusebius Beltrán provenía de una familia con una fuerte vocación religiosa. De sus ocho hermanos, cuatro eligieron la vida religiosa: dos se convirtieron en sacerdotes y dos en monjas.
El Arzobispo de OKC, Paul S. Coakley, también lamentó su fallecimiento: "Nos entristece enterarnos del fallecimiento de nuestro buen pastor, el Arzobispo Emérito Eusebius Beltran... Fue un buen pastor. Sirvió como obispo en Oklahoma durante muchos años".
El legado de Eusebius J. Beltrán perdurará en la memoria de quienes lo conocieron y en la historia de la Iglesia en Oklahoma. Su dedicación, servicio y compromiso con la comunidad son un ejemplo a seguir.