Hoy, 18 de septiembre, se cumplen años de la segunda desaparición de Jorge Julio López, un albañil platense que sobrevivió a las torturas de la dictadura militar y que, en 2006, fue secuestrado nuevamente tras declarar contra el genocida Miguel Etchecolatz. Su ausencia sigue doliendo y siendo una denuncia contra la impunidad.
Como tempranamente lo definió Adriana Calvo, el caso de Jorge Julio López es un “monumento a la impunidad”, exponiendo la continuidad de prácticas represivas y la falta de justicia real para los responsables del terrorismo de Estado. Su desaparición en plena democracia dejó en evidencia que los engranajes de la represión nunca fueron desmantelados por completo, y que sobrevivientes y testigos siguen siendo blanco de persecución.
Esta tarde, sobrevivientes del genocidio, familiares de víctimas, organizaciones de derechos humanos, sociales, sindicales, estudiantiles y partidos de izquierda marcharán en La Plata, desde Plaza Moreno a Plaza San Martín. La Multisectorial La Plata-Berisso-Ensenada convoca bajo las consignas “Aparición con vida ya”, “El Estado es responsable”, y denunciando la impunidad que, según la convocatoria, “todos los gobiernos garantizaron”. También se denunciará la represión, la criminalización, el hambre y el ajuste, exigiendo la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y reclamando por una Palestina libre.
La figura de López sigue interpelando a la sociedad. Su nombre resuena en cada marcha y es bandera en cada nuevo reclamo por memoria, verdad y justicia. Su caso recuerda que la lucha contra la impunidad no ha terminado y que esta democracia tiene a los desaparecidos y a los crímenes sin castigo como una marca indeleble.
La desaparición de Jorge Julio López es un recordatorio constante de las deudas pendientes en materia de derechos humanos y justicia en Argentina. Su búsqueda y el reclamo por verdad y justicia son fundamentales para construir una sociedad más justa y democrática.