Italia, una potencia histórica del fútbol, enfrenta una dolorosa realidad: la ausencia en los Mundiales de 2018 y 2022. Su última participación se remonta a Brasil 2014, una experiencia que no dejó buenos recuerdos tras la eliminación en la fase de grupos. La derrota ante Macedonia del Norte en el repechaje para Qatar 2022 fue un golpe durísimo para la afición y el equipo.
Pero los problemas de Italia no se limitan al ámbito deportivo. Un informe reciente revela una preocupante situación en el sistema educativo, con altos índices de jóvenes que no estudian ni trabajan (los llamados NEET). Esta “pobreza educativa” se considera un lastre para el desarrollo del país, limitando la creación de empleo y ampliando la brecha de habilidades en el mercado laboral.
¿Qué está pasando con la educación en Italia?
Según el estudio presentado en el Forum The European House de Cernobbio, Italia invierte menos en educación que el promedio europeo (4% del PBI contra el 4,8% de la UE). Esto se traduce en:
- Tasas de graduación más bajas.
- Escasa internacionalización de las universidades.
- Poca atención a la formación de adultos.
El informe propone una serie de reformas para revitalizar el sistema educativo, incluyendo la extensión de la obligatoriedad escolar hasta los 18 años, la unificación del ciclo de las escuelas secundarias y una mayor inversión en la formación docente.
El impacto económico de la pobreza educativa
La falta de inversión en educación tiene graves consecuencias económicas. Se estima que la pobreza educativa bloquea la creación de 3,2 millones de puestos de trabajo y amplifica el desajuste de habilidades, con una carencia de 2,2 millones de trabajadores con título de educación secundaria superior o terciaria.
Si Italia lograra alinearse con las mejores prácticas europeas en términos de inclusión en la formación, se podrían generar hasta 48.000 millones de euros adicionales de PBI y reducir significativamente el número de jóvenes NEET. Es hora de que Italia tome medidas para revertir esta situación y asegurar un futuro próspero para las nuevas generaciones.