La actriz Sydney Sweeney, conocida por su papel en Euphoria, ha estado en el centro de la polémica por una campaña publicitaria de American Eagle. La campaña, titulada "Sydney Sweeney Has Great Jeans", jugó con el doble sentido entre "jeans" (vaqueros) y "genes", lo que generó diversas interpretaciones y un intenso debate en redes sociales.
¿Racismo o Ingenio?: El Debate Detrás de los Jeans de Sweeney
Algunos críticos argumentaron que la campaña reforzaba estereotipos raciales al idealizar la imagen de Sweeney, una mujer blanca, rubia y de ojos azules. Otros defendieron la campaña como un juego de palabras ingenioso sin segundas intenciones. Incluso el expresidente Donald Trump elogió públicamente a Sweeney, alimentando aún más la controversia.
El Silencio de Sweeney y el Éxito de American Eagle
A pesar de la controversia, Sydney Sweeney optó por el silencio, negándose a comentar sobre la campaña en eventos promocionales. Mientras tanto, American Eagle cosechó los frutos de la polémica. La empresa reportó un aumento del 25% en el valor de sus acciones tras el lanzamiento de la campaña, atribuyendo el crecimiento a la visibilidad y el impacto generados por el anuncio.
La empresa defendió su campaña afirmando que el mensaje siempre se centró en los jeans y en la forma en que cada persona los usa con confianza. El éxito de la campaña demuestra que, incluso en medio de la controversia, la publicidad efectiva puede generar resultados positivos para las marcas.
Este caso recuerda a otros donde figuras públicas o marcas se ven envueltas en controversias que, paradójicamente, terminan impulsando su popularidad y ventas. La pregunta que queda en el aire es si este tipo de estrategias publicitarias son éticamente cuestionables o simplemente una muestra de la complejidad del marketing en la era digital.