La tensión política en Argentina se dispara tras las acusaciones de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). A menos de 48 horas de que estallara el escándalo, la vicepresidenta Victoria Villarruel rompió el silencio, describiendo el contexto político como "difícil y bastante confuso". Remarcó su compromiso con el rol institucional que le asigna la Constitución, dejando claro que no será una figura decorativa.
Villarruel: Cumpliendo mi deber Constitucional
Villarruel enfatizó que su prioridad es presidir el Senado y recorrer el país, acciones que considera parte de su "deber constitucional". También se refirió a su relación con Javier y Karina Milei, describiéndola como "estrictamente institucional", enfocada en el cumplimiento de su cargo.
Mayra Mendoza Contraataca: Acusaciones Cruzadas
La intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, no tardó en responder, acusando a Villarruel de formar parte de "una banda de corruptos". La respuesta de Villarruel fue contundente: “Dejá de bolsillear gente y tratame con respeto que soy la vicepresidente de la Nación”. Mendoza redobló la apuesta con fuertes acusaciones personales.
Silencio Oficial y Tensión en Aumento
El gobierno nacional ha mantenido un perfil bajo desde que se desató el escándalo. Guillermo Francos, Jefe de Gabinete, intentó minimizar la situación, pero la oposición exige respuestas claras y transparentes. La falta de declaraciones oficiales solo ha contribuido a aumentar la tensión y la incertidumbre en el panorama político.
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